sábado, 13 de septiembre de 2014

✩ Notas para un final

Probablemente pido demasiado, pero en este momento solo quisiera ver reunidos en este fascinante lugar a todas las hermosas personas que hemos encontrado en el camino. Desde los Morgan, pasando por la pareja que nos aplaudió desde su carro cuando terminamos de subir nuestra primera gran montaña; la madre que nos dio agua y nos mostró todos los correos impresos que le manda su hijo viajero; Quentin que nos hospedó en su casa sin conocernos; Nora y Paolo que nos ofrecieron hospedaje al vernos pedaleando tarde en la carretera; la sra. que al vernos cansadas nos dio 5 €; Diego quien caminó con nosotras bajo la lluvia ayudandonos a buscar hospedaje; el panadero que nos regaló pan sin siquiera pedirselo; la chica que aceptó intercambiar una mochila a cambio de hospedaje; Sahin que nos ayudó infinitamente en Estanbul.... hasta todas las personas por ahora no voy a nombrar por ser una entrada rápida. El viaje practicamente esta por terminar, siento melancolía pero ante todo infinita gratitud, cada uno de ellos me hizo sentir completamente afortunada por haber emprendido esta cicloventura; los llevo en el corazón hasta un anhelado reencuentro.

A este punto parece que mi piel no se oscurece más a causa del sol, al igual que yo, parece lista para seguir la aventura. Me aferraré a esa idea sin importar que haya un vuelo para regresar a casa.

Cappadocia, septiembre de 2014