sábado, 3 de agosto de 2013

✩ Voluntariando en el camino



Muchxs no tienen idea sobre la existencia de los voluntariados, otrxs han oido, están interesadxs, pero no tienen mucha información;cv a otrxs sencillamente no les interesa. Personalmente, desde hace varios años, me ha llamado la atención el tema, así que empecé a averiguar e informarme descubriendo que el mundo de los voluntariados es mucho más inmenso, diverso e interesante de lo que se puede pensar en un inicio. La idea de esta entrada es hacer una pequeña introducción a los voluntariados, dar algunas ideas o por lo menos generar curiosidad respecto al tema..  

Para hablar desde mi experiencia e irles contando las diversas opciones de voluntariado que he encontrado en el camino, nos ubicaremos en el 201X, año en el cual decidí salir del país en búsqueda de otras culturas, nuevos amigos, otros sabores, colores, en busqueda de otros mundos… la idea no era solo viajar, sino poder conocer verdaderamente la cultura, en lo posible poner un granito de arena y de paso experimentar qué es estar fuera de casa, conocerme fuera de mi zona de confort. Así que empecé una exhaustiva busqueda de voluntariados en Perú y Bolivia, los destinos principales de mi viaje…

En ese primer momento lo que encontré fue voluntariados en ONGs que se han establecido en esos países, en los cuales pagas desde aproximadamente 400 dolares para poder participar, con varios requisitos para ser aceptadx y en los cuales por lo menos tienes que permanecer 2 meses. Las labores, por lo general, son refuerzo escolar y acompañamiento de proyectos. A cambio recibes hospedaje (no en todos los casos) y/o alimentación y/o ayuda para establecerte en el lugar y un certificado de tu participación. Parece una muy buena opción si tienes 400 dolares en el bolsillo, más el dinero que necesitas para tus gastos diarios, hospedaje, pasajes, etc. 

Fue inevitable para mi pensar: "¿Pagar por trabajar?, ¿no es un poco ilógico?"; aunque no era exactamente "trabajar" lo que iba a hacer, además el dinero se usaría para una buena causa y sería una gran experiencia… En fin, en cualquier caso no es una opción para alguien de bajo presupuesto. 

Ya en el viaje se dieron algunas opciones de voluntariado y conocí más sobre el tema. Ser voluntarix, cada vez es más y más común. La primera opción fue en Cusco, ayudando a entregar donaciones de ropa a una comunidad. Esa experiencia valió mi viaje por si sola, fue un día muy especial, lleno de amor, aprendizaje e inspiración. Si eso es lo que pasa cuando eres voluntarix, seguiría buscando opciones.




La segunda opción se dio en Cochabamba, encontré un lugar que ofrecía hospedaje a cambio de ayudar en algunas actividades y una colaboración en dinero. Las personas del lugar tenían intención de generar un cambio social, se hablaba todo el tiempo de "revolución" y pude conocer algunas problemáticas de Bolivia, lo cual fue bastante interesante. Sin embargo, las actividades eran muy limitadas, e incluso se le cobraría un aporte a lxs niñxs que participarían, lo cual me generó bastante desconfianza en el proceso, por esto y otras cosas que no vienen al caso en este momento, solo me quedé por 7 días. Creo entonces que es necesario investigar muy bien y no dejar de lado la visión critica, creo que no falta el que trata de sacar provecho o tiene otras intenciones con este tipo de proyectos. 

Las dos opciones las encontré por Couchsurfing, no es una página de voluntariados, pero encuentras todo tipo de personas y actividades en este sitio, incluso grupos para encontrar voluntariados, el punto es, que en cualquier momento se puede dar la opción de hacer una acción voluntaria, es cuestión de tener disposición e investigar. Sin embargo, hay sitios en internet especializados en el tema, puedes encontrar voluntariados gratis, clasificados en areas de tu interes, por ubicación geografica e incluso por tipos de población, por ejemplo idealist.com. 

Siguiendo con la historia, por razones de tiempo y dinero -aveces es más costoso quedarse en un sitio que estarse moviendo de un lugar a otro- el viaje por Bolivia y Perú terminó sin más voluntariados, pero con una firme intención de seguir buscando opciones y que mejor que hacerlo en mi país. Entonces destiné unos días para ir a ser voluntaria. Mi lugar objetivo era Viracocha, una finca orgánica y permacultural que alimenta a niños y niñas de escasos recursos; en el viaje anterior, alguien me había hablado muy bien del proyecto y no podía esperar para conocerlo. Aprovecharía de paso para viajar un poco, otra maravillosa ventaja que puede venir de mano de los voluntariados. 

Desde ese momento, esta se convirtión en mi pagina de cabecera para encontrar voluntariados: http://caminosostenible.org/. La mayoría de opciones que se encuentran en esta página no necesariamente estan muy relacionadas con un trabajo con la comunidad -aunque esto es relativo-, son más voluntariados en fincas orgánicas y ecoaldeas, pero en ese momento me interesaba resto eso, quería aprender sobre sustentabilidad, permacultura, alternativas al sistema, etc., después de todo, si aprendía sobre esto, probablemente luego sería más útil en otro tipo de proyectos. Este tipo de voluntariados son más como un intercambio, se intercambia trabajo por conocimientos, por comida, por vivienda; es una visión diferente del mundo, disfrazada de voluntariado, donde no se trabaja solo por dinero, sino para aprender, acercarse a otras personas, a otros estilos de vida y tal vez para apoyar a personas que le estan apostando a alternativas anticapitalistas. 

Finalmente en ese viaje no pude conocer Viracocha, pero por Camino Sostenible encontré otra opción: Aldea Feliz, una ecoaldea en San Francisco Cundinamarca, como a hora y media de Bogotá. Allí pagaba al día $7.000, me hospedaba en carpa y tenía las 3 comidas. El trabajo era de 8am a 1 y de 3 a 5pm. La Aldea fue una gran escuela: la convivencia, la organización, conocer sobre ecoaldeas como alternativas sostenibles, alimentación vegetariana, baños secos, bioconstrucción, vivir en una carpa por 12 días, voluntariados en si mismos, etc. Conocí muchas personas y mi visión se hizo más amplia. 



Algunos meses después se dio el voluntariado en Viracocha, fue tan provechoso  como lo esperaba, aprendí bastante de permacultura, encontré gente con historias super interesantes y disfruté de un lugar lleno de magia y cosas por conocer como San Agustín. Allí el voluntariado fue completamente gratis, incluía almuerzo y hospedaje, se trabajaba de 7 a 12 del día. Las actividades eran sembrar, hacer control de plagas, revolver el compost, cocinar y otras que se presentaran eventualmente. Aqui más información sobre esta bonita experiencia: http://labusquedadelcamino.blogspot.com/2013/06/san-agustin-y-viracocha.html.




Después de esas experiencias, mi gusto por el campo se despertó, es un estilo de vida muy saludable, muy tranquilo, desde mi punto de vista, más coherente con las necesidades del hombre. Pero bueno, mi vida se desarrolla en la ciudad, así que tenía que buscar opciones allí. 

Buscando, buscando, encontré una ONG que estaba buscando voluntarixs -me enteré de nuevo por Couchsurfing, muchos todavía se preguntan por qué me gusta tanto CS… -. En un principio me entusiasmó la seriedad que le parecían dar a los voluntariados, evaluaban tu experiencia, tus cualidades, lo que podías aportar e incluso te hacían un test de personalidad. Pensé que me estaba enfrentando a una gran opción para poner aprueba mis habilidades como voluntaria. Después de las pruebas te dan a escoger entre algunos proyectos, de acuerdo a tu zona y a tu área de trabajo. 

Escogí una fundación que trabaja con jóvenes que han cometido delitos y que deben cumplir una sanción consistente en asistir a este sitio semanalmente con la intención de darles asistencia psicológica, estar pendientes de su evolución después del delito y ayudarlos a buscar un trabajo con la comunidad para reparar el daño que causaron. Mi trabajo allí sería ayudar en talleres, solo acompañamiento o desarrollandolos por completo. Me entusiasmaba bastante la idea de desarrollar talleres sobre temas ambientales o sobre educación para la paz y efectivamente se dio la oportunidad en varias ocasiones. Era dificil trabajar con lxs chicxs, pero al mismo tiempo era un reto interesante. 

Estuve allí como por 2 meses, hubo cosas muy gratificantes, como ver a lxs chicxs divertirse en los talleres, incluso decir que fueron cheveres y que aprendieron bastante mientras jugaban. Pero también me desanimaba mucho ver como un espacio en el cual se podian hacer tantas cosas con estxs chicxs, simplemente se desperdiciaba. Es diferente ser voluntarix a trabajador, yo estaba allí porque realmente me interesaba el tema de los jovenes y el sistema penal diseñado para ellxs, después me llamó aún más la atención el tema al ver que todo era cuestión de falta de oportunidades, que ellxs realmente querían cambiar y empezar de nuevo; pero para algunas de las personas que trabajaban allí era más cuestión de salir del paso y cumplir con el papelerio que tenían que llenar, que era ciertamente extenuante; nunca había continuidad en los talleres, por lo que perdian casi todo su sentido y todo cambiaba de un momento a otro. Hubo situaciones con las que no me sentí cómoda para nada, como cuando lxs chicxs tenían que barrer la tierra en el parque, no tenía ningún sentido. Aveces todo era más por aparentar que se hacía algo, por lo que lxs chicxs con más razón entraban en esa dinámica de ir, aguntarse las dos horas e irse a seguir en lo mismo. Todo se entorpecía por lo burocratico del proceso y perdí la fe, por lo que no ví sentido en quedarme ahí. Apendí mucho, y se que no se trata solo de abandonar, pero si en buscar más opciones, así que eso hice. Aún tengo muy presente que esxs chicxs merecen y necesitan oportunidades, así mismo necesitan un proyecto que en verdad pueda brindarselo. 

La anterior experiencia me dejo la sensación de que tal vez ese tipo de voluntariados no pueden llegar a ser tan productivos como deberían o podrían ser, además de estar dentro de un marco asistencialista. Así que decidí buscar, o más bien dejarme encontrar, por otro tipo de proyectos que a la final también son voluntarios: con algunxs conocidxs iniciamos Ecorevolución Bogotá, empezamos a hacer talleres de conscientización sobre temas ambientales. A la final quienes más hemos aprendido somos nosotrxs mismxs, cada cosa lleva a más cuestionamientos y entre todxs nos complementabamos. Ha sido un espacio super provechoso para todxs y es genial encontrar gente con las mismas preocupaciones e intereses. 




Al mismo tiempo me empecé a involucrar con Tunjuelo Popular, un colectivo de educación popular, un tema nuevo que me ha cautivado. La actividad de Tunjuelo consiste en hacer Pre Universitarios y Pre Icfes para jóvenes que no pueden asistir a una educación de la mejor calidad para brindales más oportunidades de acceder a la educación superior o mostrarles otras opciones de vida. 

En estos dos últimos proyectos he encontrado mucha entrega, hay proyectos de vida y sueños involucrados, más que un simple hacer por deber, lo que para mi les da mucho más valor...

Ese ha sido mi recorrido por el camino de los voluntariados y creo que esta entrada seguramente tendrá una segunda parte. Para mi los voluntariados han sido super importantes para ver que quiero, que no quiero, para encontrar mis verdaderos temas de interés, alternativas para mi proyecto de vida e incluso para encontrar gente con la que puedo generar redes y complementarme todo el tiempo. Veo ser voluntaria no solo como un medio, sino como un fin, es inspirador en un mundo donde todo se mueve con dinero. 

Encontraras algunas otras herramientas aqui:  http://labusquedadelcamino.blogspot.com/p/recursos.html



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