miércoles, 12 de octubre de 2016

✩ Amsterdam y la casa de Ana Frank

En mi tiempo en Amsterdam me quedé en casa de Pascal, donde también se estaban quedando Anna y Marie Laure de Francia. Ellas estaban también haciendo un viaje en bici desde el norte de Francia hasta Amsterdam. Son unas chicas súper queridas.

Esa noche cenamos pizza, hablamos un buen rato y fuimos a dormir. Al día siguiente me les uní para recorrer la ciudad. Primero, fuimos hacia Marken, al norte y hacia las afueras de Amsterdam. Un lugar espectacular!! de lo más bonito que vi en el viaje, y sin duda, la mejor forma de recorrer la zona es en bici. Pese a ser tan lindo, no es tan turístico, así que aún mejor, se puede disfrutar la paz del lugar sin mayores distracciones. 





Regresamos en la tarde a Amsterdam Centro y fue un poco chocante ir de la tranquilidad de aquel lugar al ruidoso y excesivamente turístico, Amsterdam. Sin embargo, una ciudad muy interesante y que vale la pena visitar. Los canales, la arquitectura, los museos y el impresionante número de bicicletas, que para mi son las que hace a Amsterdam tan especial.   Estuvimos tomando algo y luego pedaleamos por ahí. Ellas ya la habían recorrido la ciudad, así que fueron las guías. Incluso pasamos por el barrio rojo, pero no nos gustó, así que salimos muy rápido de allí. Como despedida de Marie Laura y Anne de Amsterdam, fuimos a cenar a un restaurante vietnamita.  Terminamos  muy cansadas, pero valió la pena toda la pedaleada y conocimos bastante.

A Unicornio le luce Amsterdam ♥
Al otro día todos salíamos temprano: Pascal a trabajar, Marie Laura y Anne  hacia la estación de tren para volver a Francia y yo a explorar Amsterdam.
Adiós a las chicas. 
Ese día visité la casa museo de Ana Frank, uno de mis objetivos del viaje. Como me imaginé fue una experiencia fuerte, pero muy valiosa. La manera en que está dispuesta la casa-museo y todos los mensajes sobrecogedores de la exposición te hacen compenetrar con la historia e inevitablemente te dejan pensando sobre toda la locura que hay en el mundo. En especial sobre cómo después de todo lo que pasó en Europa, y de los mensajes de "this could happen again", cómo puede repetirse lo mismo en otros países ante la mirada cómplice del mundo entero!! Me parece necesario tener estos choques emocionales de vez en cuanto para no olvidar que no todo es diversión, la gran ventaja de viajar es poder ver el mundo como es, así lo que a veces veamos no sea muy feliz, hay que aprender de todo ello.

Algo así era la vista que Ana Frank tenía de Amsterdam.  

Fue un día muy tranquilo de reflexión pedaleando por ahí. En teoría me iba al día siguiente, pero como no había visto mucho de Amsterdam, Pascal me ofreció quedarme una noche más y acepté, pues quien sabe cuándo pueda regresar. Fue muy bueno porque no tenía muchos planes para los días siguientes, así que me daba la oportunidad de planear y dar algunas vueltas más por la ciudad.

Amé este invento!!!!! 
Después de Amsterdam seguí hacia Hoorn, pasando por Monnickendam y Volendam, ambos lugares maravillosos. En Hoorn me quedé con una familia de Warmshowers. Fueron muy amables y hospitalarios, disfruté mucho las conversaciones con ellos. Lo triste fue que me contaron que fueron atracados violentamente cuando viajaban por Colombia en los años 80. Les gustó la naturaleza fascinante de Colombia, pero les marcó muy negativamente aquella experiencia, sin embargo, tuvieron la amabilidad de hospedarme y esperan que las cosas sigan mejorando en Colombia. Me encantó su colección de mapas de lugares que han visitado, especialmente el de Colombia.

Viajando utilizando el sistema de puntos. :) 
Antiguo mapa de Colombia.
Siempre fue relativamente encontrar alguien que me hospedara en todo el viaje por los Países Bajos, realmente es un país muuy amigable con los viajerxs en bici ☺☺!! 

Mis anfitriones en Hoorn.



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