miércoles, 12 de octubre de 2016

✩ Viajando con Natan en los Países Bajos

Después de Hoorn pedaleé hasta Enkhuizen donde tomaría un ferri a Stavoren. Estaba contenta porque habría un nuevo integrante en el "equipo" (conformado por Unicornio y yo) ☺: mi amigo Natan. Ese día llegaría a Leeuwarden y nos encontraríamos al día siguiente, así que de alguna manera tenía que cruzar el charco (ver mapa). Planeaba cruzar el dique, pero la ruta más rápida, y al parecer la más bonita era tomando el ferri. Varios ciclistas estuvieron en contra de cruzar el dique, pues era excesivamente ventoso, y como sabemos, el viento es el enemigo no. 1 de los ciclistas ;(. 


A la hora en la que llegué a Enkhuizen, no me quedaba más remedio que esperar el ferri que salía a las 3pm hacia Stavoren y llegaba a eso de las 5pm. No me daba mucho tiempo para llegar a Leeuwarden, así que decidimos encontrarnos al otro día en Sneek, un lugar entre Stavoren y Leeuwarden. Al llegar a Stavoren, pedaleé por un rato hasta que encontré un camping, el recepcionista me informó que era la primera colombiana en hospedarme allí, yeaiiii!!!

En el ferri a Stavoren.
Encontré estos zapatos de mola hechos en Colombia, a 80euros!!
Enemigo no. 2 de los ciclistas: estas puertas.  
El hermoso unicornio en el fondo ☺☺!!
Al otro día salí temprano a encontrarme con Natan. O bueno, traté de salir temprano, pero mis amables y curiosos vecinos en el camping iniciaron la conversación y me ofrecieron desayuno, no quería ser grosera, así que me dejé  demorar. 

Una ruta aparentemente fácil y corta terminó siendo un laberinto con ferri miniatura incluido. En algunos lugares construyen puentes para cruzar un río, pero allí tienen un ferri, te demoras como cinco minutos en cruzar y como diez minutos esperándolo. Pese a la demora, no lo cambiaría, es demasiado pintoresco, hasta me tomé una foto con el conductor.



Finalmente, llegué dos horas tarde a mi encuentro con Natan en Sneek. Creo que no estaba tan molesto, después de todo no nos veíamos desde hace dos años. Conocí a Natan cuando nos quedamos con el mismo anfitrión de Couchsurfing en Estambul, cuando supo que estaba viajando en bici cerca de su hogar en Bruselas, decidió unirse por un tiempo☺. Fue muy chévere tener compañía, además Natan me permitió acercarme más a los lugareños por saber el idioma. 

Estuvimos hablando por un bueeen rato, había muchas cosas por contar, así que al final ese día no pedaleamos mucho. Sin embargo, si tuvimos mucha suerte, y la verdad es que si bien Natan y yo no somos el equipo más disciplinados, ni los mejores planeando, sí tenemos muy buena suerte. Ya lo verán!

Se hizo de noche y estábamos muy lejos de nuestro objetivo. Le preguntamos a unos abuelitos que iban en bici sobre un lugar para acampar y nos dieron algunas ideas. Natan siguió hablando con ellos -las ventajas de hablar el idioma-, y como cosa curiosa, una señora nos ofreció un lugar para dormir. Nos hospedó en una casa que arrienda de vez en cuando, pero que al momento estaba vacía. Así pasamos de no tener un lugar para dormir a eso de las 9pm, a estar en una casa solo para nosotrxs. Pudimos cocinar, teníamos internet e incluso nos invitó a desayunar... Todo salió perfecto!!! Lo mejor, es que creo que nosotrxs no fuimos lxs únicos beneficiadxs, la señora estaba muy contenta de hablar con nosotrxs, de hecho le contó a Natan toda su historia y los problemas que había tenido últimamente. Nos pidió que la llamáramos y que mantuviéramos el contacto. Era una señora muy tierna, nos dejó pensando lo solas que se pueden llegar a sentir las personas a cierta edad.
Nuestra anfitriona por accidente. 
Nuestro siguiente objetivo era Groninga, y esta vez sí teníamos que llegar, pues nos esperaba un anfitrión de Warmshowers. La verdad es que no era lejos, sin embargo Natan y yo somos igual de distraídos, y dos distraídos difícilmente pueden llegar muy lejos jajaja. Cada pausa de diez minutos se convertía en una hora, encontrábamos gente que nos hacía conversación, comíamos y hablábamos mucho... En fin, estábamos yendo a nuestro ritmo, así que nos tomó un resto de tiempo llegar. Llegamos a eso de las 9pm, súper agotados, pues nos tocó correr mucho al final. La sorpresa fue que no había nadie en casa, estuvimos esperando como una hora.

Nuestros anfitriones de esa noche eran Ali y su hermano Hamid, de Irán.  Ali estaba haciendo su maestría en Groninga y su hermano viaja por Europa y Asía gracias a su negocio de bicicletas. Fueron muy amables y tuvimos muy buenas conversaciones. A la mañana siguiente nos dieron un gran desayuno.

Hamid estaba muy consternado con mi bicicleta, jajajja. Para un experto, mi bicicleta se veía muy regular, le parecía increíble que hubiera pedaleado así desde UK y que planeara llegar así a Alemania. La verdad es que mis llantas ya eran casi planas, cero agarre... los rayos, los pedales, los guardabarros... en fin, estaba aterrado!! Para quedarse más tranquilo, me regaló una nueva cubierta para la llanta delantera que era la que más lisa estaba. No pude decir que no, quedé muy agradecida y sorprendida por semejante gesto, además que era de muy buena marca, probablemente valía casi lo mismo que la bici entera jajaja. Ya había oído yo de las hospitalidad de los iraníes.
Hamid y Ali, mejorando a Unicornio :) 
Con nuestros anfitriones en Groninga
Nos dieron un tour por la ciudad y seguimos nuestro camino. Planeábamos llegar ese día a Alemania, pero no fue posible -por más cerca que estuviéramos-. Además, planeábamos tomar un ferri desde Delfzijl a Emden, pero no sabíamos que el ferri en esa época del año salía solo tres días a la semana. No nos quedó más remedio que resignarnos a que ese día no cruzaríamos la frontera.

Lo verdaderamente complicado era que no teníamos comida. Todo estaba cerrado y los pocos restaurantes que habían eran súper caros. Intentamos conseguir algunas sobras gratis, como muchos otros viajeros hacen, pero no corrimos con suerte. En un hotel, logré hablar con la cocinera, que  muy amable nos dio comida, sin embargo, el encargado se dio cuenta y nos cobró jaja. Esa noche no contamos con mucha suerte con un lugar para dormir, pero logramos acampar en el andén de un parqueadero de trailers, fue lo suficientemente tranquilo y seguro para dormir, además gratis.


Despertando en el parqueadero. 
 Al día siguiente seguimos nuestro camino, esta vez sí directo a Alemania!!!!!!




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