miércoles, 12 de octubre de 2016

✩ La Haya - Utrecht - Amsterdam

Salí feliz de Delft con destino a La Haya. Solo estuve allí  por  el día.  Por primera vez me sentí en una ciudad en Los Países Bajos, el centro estaba muy lleno de gente y habían muchos edificios y grandes avenidas, pero las ciudades así no son muy amigables para viajerxs en bici, así que compré un mapa y la recorrí muy rápidamente para salir pronto. Todo iba muy bien hasta que me di cuenta de que estaba pinchada... más razones para salir de allí. Sin embargo, si quería almorzar algo antes de salir. 


Encontré una feria de países en La Haya.
Fue muy difícil encontrar algo para comer... todo era muy caro y casi no habían restaurantes, ni opciones vegetarianas. Rodeada de muchos edificios por todo lado. Me sentía muy chiquita allí, quería salir. Finalmente, encontré un lugar de comida rápida asiática, por lo menos allí habría una opción vegetariana. Mientras iba al baño, le pedí el favor a una chica de cuidarme la bicicleta, ella aceptó muy amablemente, hasta el punto de irse a parar al lado de la bici mientras yo salía. Terminamos almorzando juntas, ella también es una viajera, así que nos la llevamos muy bien. Se preocupó mucho cuando le conté que estaba pinchada y me ayudó a contactar el camping donde me iba a quedar para asegurarnos de que sí me pudiera quedar allí. Por supuesto, también hablamos de Colombia, que por esos días daba mucho de que hablar por los diálogos de paz. 

Empecé a salir de la ciudad y por suerte echandole aire a mi bici pude recorrer lo suficiente para alejarme de la ciudad. Más a la salida le volví a echar aire y, mientras lo hacía, un chico que pasaba por ahí se ofreció a ayudarme. No había mucho que pudiera hacer, pero me acompañó un rato y por supuesto, me preguntó sobre la guerrillera holandesa de las FARC. Pese a que yo ya había cruzado tres países en bici  y llevaba más de un mes viajando sola, pese a que tenía GPS y un mapa, el chico casi se va conmigo hasta el camping, porque no creía que yo pudiera llegar sola. jajaja... es cierto que yo me pierdo un poco, pero siempre llego. Me pregunto si es por el hecho de ser mujer... ?? Cosas así pasan bastante y me preocupa mucho, pues siento que son cosas de género, aunque a veces parezca amabilidad. 

Llegué más o menos rápido al camping, la llanta milagrosamente no se siguió despinchando. Armé mi carpa, comí y a dormir. Había sido un largo día. 

Al otro día salí temprano hacia Utrecht. Aparentemente la bicicleta estaba bien, así que preferí seguir mi camino y en caso tal parar más adelante. Solo que, no mucho después, se me rompió un rayo, probablemente el rayo que había reparado en Rotterdam hace tres días. Como era domingo no había nada que hacer, así que seguí hacia Utrecht. No fue el mejor día para pedalear, llovía, hacia sol, llovía, hacia sol y el rayo roto realmente afectaba el desempeño. Sin embargo, no llegué muy tarde a casa de Tim y Willem, donde me quedaría esa noche. 


Este bebe no me quería dejar pasar. ♥♥ Quería jugar.


Utrecht me encantó desde el primer momento. Los canales estaban llenos de hermosas e interesantes casas-barcos. Y por suerte, Tim y Willem también vivían en uno y pude hacer realidad mi sueño de quedarme una noche en un barco. Sin duda, ese fue mi favorito. Fueron muy amables desde el comienzo, también eran vegetarianos y prepararon una cena deliciosa!! Son grandes viajeros en bici, cada vez que pueden hacen un viaje. Me hubiera encantado quedarme por más tiempo, sin embargo, solo me podía quedar por una noche, ya que al otro día llegaban sus niños. Estoy segura de que son unos papás espectaculares, pues todo en el barco era pensado para los niños :) :).


¿Quién dijo que las cocinitas son rosadas??!!
Donde cumplí mi sueño de dormir en barco.

Al otro día tenía la misión de reparar mi bici, de nuevo!!!! No parecía algo fácil, pues era lunes y no todos los negocios abren en lunes. Así que mi único día para explorar Utrecht se convirtió en una travesía para encontrar un lugar para reparar mi bici. Después de dos rayos rotos, los más sensato era cambiar la llanta. Lo que hacía más difícil mi misión, pues tenía que encontrar el tamaño adecuado. Después de mucho buscar, finalmente encontré un lugar, como decimos en Colombia, de pura chiripa!!

Vida social en el canal.
Parqueaderos de bicis!!
Mientras la arreglaban, fui a recorrer un poco la ciudad, y me seguía gustando, tenía algo muy bohemio, era súper multicultural, y lo que más me gustaba, era que las bicicletas eran las dueñas de la ciudad: parqueaderos enormes de bicis y bicis por todos lados. No era que los ciclistas fueran exactamente amigables con el peatón, pero toda la vida mejor que el tráfico de carros, contaminantes y ruidosos. 

Tal vez la única bicletaria abierta en Utrecht.
Recogí mi bici con su nueva llanta ☺☺☺ y lista para llegar a la meta sin más contratiempos (cruzando los dedos). Esa noche me quedaría en un camping a los alrededores de la ciudad. Fue uno de mis campings favoritos, pues por primera vez había gente joven y quedaba a la orilla de un lago. Cociné deliciosas tajadas de plátano y pasta al peso :D. Que más se puede pedir!!!!  



Al otro día salí hacia Amsterdam, el día fue genial para montar bici, además todo estaba súper bien demarcado y mi mapa especial para viajar en bicicleta estaba dando muy buenos resultados. Llegué a Amsterdam a eso de las 4pm, quienes me conocen saben que eso es muy temprano! Lo único fue que encontrar la casa de Pascal, mi anfitrión de esa noche, me tomó como una hora (o más). Pero llegué a la ciudad que quería conocer desde hace mucho mucho mucho tiempo ☺☺☺☺!!!





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