miércoles, 12 de octubre de 2016

✩ Días con compañía

La primera noche en los Países Bajos me quedé en Flesinga con una familia de Warm Showers: Froujke y Paul. Fue una experiencia muy interesante, aunque me sentí un poco intimidada por Froujke que tenía una personalidad fuerte que contrastaba con la mía. Cuando llegué me empezó a explicar muy rápidamente todas las reglas de la casa, fue un montón de información, tanta que fue un poco abrumador, aunque lo que era claro era que tenían un sistema estricto para poder hospedar a todas las personas que hospedan de una manera organizada. Ellxs no solo hospedan gente de Warm Showers, también de Couchsurfing (solo si van viajando en bicicleta) y de "Friends on a Bike", otra página para hospedar ciclistas, solo que en esta página sí se paga. Froujke decía que las personas que pagaban para ser hospedados apoyaban a los más jóvenes, pues con lo que pagaban reunían para dar comida a todxs, también dan mucha información y consejos sobre cómo viajar en bicicleta en los Países Bajos. Quedé muy impresionada por su generosidad y amplitud!!
Froujke
La primera noche, se quedaron allí tres ciclistas alemanas, dos parejas de Friends on a Bike y yo: ocho personas y hubo cena y desayuno para todxs. Al otro día todxs se fueron y yo me quedé como "encargada de la casa", según Foujke. En la mañana estuve haciendo un poco de logística del viaje y en la tarde fui a una pequeña playa cerca de la casa. Se puede estar allí hasta que la marea sube. Fue muy relajante.

Ciclistas alemanas
Regresé a la casa casi al mismo tiempo que Froujke y los huéspedes de esa noche. Habían llegado dos cicloturistas ingleses de "Friends on a Bike" y Froujke se había encontrado en la calle a un cicloturista chileno-suizo y lo invitó a quedarse.



Luego todxs volvimos a la playa.
Esa noche la compañía fue muy agradable. Los ciclistas ingleses eran muy amables y también entablé una buena amistad con Diego. Los dos coincidimos en que era difícil conocer viajerxs en bici de nuestra edad, la mayoría eran mucho mayores, y sí, son muy amables e interesantes, pero a veces hace falta compartir con alguien de tu misma edad. Esa tarde también tuve la oportunidad de ser niñera de un perrito ♡.




Froujke nos contó que había una exposición sobre la colonización holandesa en Middelburg y al ver nuestro interés se ofreció a acompañarnos. Diego se quedaría un día más con ellxs, yo seguiría hacía Rotterdam. Lo más lindo de pasar por casa de Froujke, es que dan unas medias de bicicletas a casi todxs lxs ciclistas que pasan por allí.


Mi souvenir de Flesinga ♡
Salimos temprano hacia Middleburg que es súper cerca de Flesinga, Froujke nos hizo el tour por la ciudad. Primero, como Diego está muy interesado en aprender a hacer malabares, fuimos a visitar a un amigo de Froujke que tiene una tienda de malabares, estuvimos allí un rato hablando y ellos intercambiando trucos. Luego, seguimos al museo a ver la exposición. Lo que contaba la exposición era muy lamentable, hablaba del triángulo de comercio de esclavos que existía entre Holanda, Africa y América en el siglo XVI, y de los terribles tratos que estos "negociantes" les daban a los esclavos. Las historias eran deprimentes. Lo más interesante fue que cuando salimos de la exposición, observando la pulcritud y belleza típica de todas las ciudades holandesas, Froujke comentó: "y pensar que todo esto es gracias a lo que acabamos de ver".
Yendo hacia Middelburg con Froujke y Diego.
Seguimos recorriendo la ciudad y por casualidad nos encontramos otra exposición, una en la que le teníamos que dibujar un hogar a una ballena en vía de extinción, Diego y yo nos lo tomamos muy en serio y dimos lo mejor de nosotras en este dibujo.


Froujke se tenía que ir y Diego se quedó acompañandome un rato. Almorzamos y la pasamos muy bien, fue bonito intercambiar las historias de nuestros viajes, habían muchas cosas en común. Acordamos viajar juntxs por unos días a partir del día siguiente, ese día yo seguí mi camino hacia el norte y él volvería a casa de Froujke.


Adiós a lxs anfitriones
Al otro día nos encontramos cerca de Breezand para cruzar el impresionante proyecto Delta, porque si hay algo en lo que a los holandeses no les gana nadie es en ingeniería. Estuvimos viajando por cinco días y lo más interesante de viajar con Diego fue que siempre encontramos un lugar para dormir gratis. Él llevaba todo el viaje viajando así, cada noche le pedía el favor a alguien de que lo dejaran acampar en su jardín, y siempre encontraba un lugar, o sencillamente acampaba por ahí, en una pradera, un bosque... cosa que yo no me animaba a hacer sola. Con mi amiga Laura, en el viaje anterior lo hacíamos, pero sola no me animaba. Me encantó viajar así por unos días, eso sí que es libertad total. No tienes que preocuparte de ante mano por buscar un camping, o un anfitrión de Warmshowers, no, sencillamente vas con planes completamente abiertos y con la libertad de cambiar de ruta. También te acerca a los locales y confirmas lo generosa y abierta que es la gente.




La primera noche nos dejaron acampar en una casa de campo súper fácil, allí había un niño especial llamado Peter y él más que nadie estaba feliz de tenernos allí como visitantes, nos habló un montón y nos llevó té y manzanas, un amor!!!! Otra noche dormimos en un bosque cerca del mar, otra noche en un parque y así...
Diego y Peter

Fue muy divertido viajar con alguien por unos días, además las cenas eran deliciosas, había más comida porque ambos cocinabamos, así que podíamos ser más creativxs. Después de unos días de compañía y de entablar una bonita amistad, era hora de separarnos, Diego siguió hacía Bélgica y yo hacia Rotterdam.




1 comentario:

  1. Que linda historia, te felicito, son experiencias que jamás olvidarás. Te felicito mi amor.

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