miércoles, 12 de octubre de 2016

✩ Rotterdam, Delft y los días perfectos

Después de viajar con Diego seguía sola hacia Rotterdam, allí me quedaría con Marga, una surfer que había hospedado en Bogotá hace unos años.

El último día viajando con Diego nos entretuvimos mucho hablando antes de despedirnos pues sería la última vez que nos veríamos en muchos años (si, así es cuando se viaja :( ), así que se nos hizo tarde. Estaba más o menos a 60km de Rotterdam y empecé mi camino a eso de las 3:30pm, había que apurar. Aunque no era mucho, suele pasar que me pierdo. 

No se puede quedar sin contar que por nada y me roban el celular (mi único medio de navegación), y que de nuevo milagrosamente me salvé de la perdida. Lo tenía cargando en una especie de lugar de comidas rápidas mientras almorzabamos, cuando nos íbamos a ir fui al baño y para mi sorpresa cuando salí me encontré a uno de los trabajadores del lugar yendo con mi celular hacia la parte de atrás del lugar. Yo lo paré y le dije que ese era mi celular, él se sorprendió y no dijo nada, yo sencillamente lo cogí y seguí. Ahh? Esos momentos en los que uno no sabe ni que pensar!

Después de almorzar nos quedaban unos minutos más de pedaleo juntos hasta que llegaramos a la bifurcación. Yo seguí hacia Rotterdam y Diego hacia Bélgica. 

Afortunadamente estaba en los Países Bajos, y pese a que obviamente me perdí, llegué con luz de día a Rotterdam y no tan tarde a casa de Marga. Fue genial verla después de varios años. Nos adelantarnos de todo lo que había pasado en nuestras vidas en ese tiempo y me contó sobre su vida en Rotterdam. También fue una sensación muy bonita cambiar los papeles, yo la había hospedado a ella y ahora ella me hospedaba a mí. Ese es el espíritu Couchsurfing: hermandad y hospitalidad sin fronteras o razas ♡.

Llegando a Rotterdam
Reencuentro con Marga
La casa de Marga es un gran ejemplo de lo que es Couchsurfing, ella y su mejor amigo son muy activos en esta red y hospedan a muchas personas. Es una casa súper internacional, viven personas de Marruecos, México, España, Italia y nos estaban hospedando a una chilena, a una china y a mí. 

Mi primer día en Amsterdam, las surfers nos juntamos para ir a  conocer la ciudad y tuvimos un gran día en el maravilloso Kinderdijk. En la noche, Paz -Chile- nos enseñó a hacer sushi. Fue muy divertido pasar el tiempo con ellas. 
En ferry hacia Kinderdijk (sin problema con las bicis)
Kinderdijk
Paz y Michelle
En la casa hay un montón de bicicletas, como buena casa en el país de las bicicletas, y Tristan, el amigo de Marga, me ayudó a solucionar un problema de un rayo roto que me estaba dando muchos problemas. Sin embargo, aún tenía que ir a a una bicicleteria para terminarla de arreglar, así que mi segundo día allí me dedicaría a hacerle un poco de mantenimiento a Unicornio, muy merecido además, pues no puede ser mejor medio de transporte ♡♡♡.

La parte de ir a la bicicleteria resultó complicada, pues el bicicletero solo hablaba holandés, ahhh y pues búlgaro - no muy útil-.... así que nos comunicamos por señas. El arreglo resultaba ser muuucho más caro de lo que había pronosticado Tristan, y pues tuve que pedir un descuento ayudada por google translator de inglés a búlgaro. Si, yo también pido descuento en Europa. El bicicletero se conmovió y aceptó :D!! Y menos mal pedí descuento, pues a los dos días ya tenía otro rayo roto.... gajes del oficio. 

Bicicletero arreglando mi bici

El día se pasó solo atendiendo a Unicornio, pero al menos encontré harina para arepas y tuve tiempo de cocinar arepas para Marga y el resto. Me encanta compartir algo tan colombiano por allá tan lejos. Además, Kaoutar, una chica de Marruecos que vive ahí, estaba súper contenta con las arepas, pues le encantaría venir a Colombia y como cosa rara le encantan Carlos Vives y Shakira. 

Ya al día siguiente seguía mi camino. En la mañana Kaoutar nos preparó un desayuno delicioso al estilo marrueco y la pasamos deli. 

Lista para seguir.
Fue una linda despedida y el inicio de un gran dia! De allí seguí hacia el centro de Rotterdam, pues quería ver más de esta interesante ciudad antes de irme. Pedaleando por la ciudad me encontré un lugar para comprar plátanos (el día seguía mejorando) :D  y de paso abastecerme de mercado para los días siguientes. 

Paseando por Rotterdam 
Rotterdam
En los Países Bajos es fácil encontrar lugares para comprar una comida rápida, no muy sana -fritos-, pero por lo menos con opciones vegetarianas ♡ y económicos. Para almorzar encontré un lugar sencillo, acogedor y tranquilo, donde además pude actualizar mi blog :D. Siempre me alegra cuando lo actualizo, hay tantas cosas por contar pero tan poco tiempo para escribir. 

Vía Rotterdam
De ahí seguí a Delft que es muy muy cerca de Rotterdam, son como 10 km. Llegué a la ciudad y me enamoré, es una de las ciudades más lindas en las que he estado: los puentes, los canales, las flores, los cafés, los mercadillos... es hermoso!!! 

Primera vista de Delft 
Delft ♡♡
((Ayy Clari, como me gustaría que vieras estas bellezas :D))

La recorrí con tranquilidad por un buen tiempo,  hasta que llegó el momento de pensar dónde dormiría esa noche. Ya había mirado algunos campamentos muy cerca de la ciudad, así que solo era buscar las indicaciones e ir hacia allá.  Solo eso... 

Ese día tmb encontré mi tienda favorita ♡♡ 
Última foto en Delft
El primero al que me dirigí fue muy difícil de encontrar y lo peor, estaba fuera de mi presupuesto, no pagaría 20€ por poner mi carpita, no tiene razón de ser, y menos cuando hasta el momento no había pagado más de 12€. Así que seguí hacia otro camping supuestamente cercano, pero nunca lo encontré y nadie lo conocía, solo google. Empezó a llover.

Ya sabía yo que eso de los días perfectos no existe y que si existieran no sería una cicloventura. Seguí pedaleando por ahí, pensando si ir al otro camping más cercano que no era cercano, estaba como a 25 km, casi en Rotterdam... y vaya uno a saber si existía. Seguía lloviendo, eran eso de las 6:30pm. Decidí recurrir al conocimiento local: paré a un señor que iba en bicicleta y le pregunté si sabía de un lugar donde pudiera acampar, se mostró muy colaborativo ayudándome a pensar en opciones, hasta que después de un rato y sin siquiera preguntarme de dónde era, me ofreció quedarme en su casa, de hecho, si no lo hizo desde un principio fue por miedo a que yo desconfiara... y yo tenía miedo de que él desconfiara. Una vez superamos las desconfianzas, nos fuimos a su casa esperando que su esposa no tuviera problema. 

Cuando llegamos, se adelantó a hablar con ella y en menos de nada llegó con la razón de que no había problema :D Entramos y fue una noche genial. Son una familia muy interesante, además los anfitriones perfectos para mí. Siempre han trabajado con ONG's y vivieron en África por muchos años, son súper alternativos, vegetarianos y amigables. Me alimentaron con deliciosa comida vegetariana y no faltaron los buenos temas de conversación, además porque en esos días Colombia sonaba mucho por los Países bajos por la noticia de la guerrillera holandesa de las FARC, lo que generaba mucha curiosidad. También me dieron unos consejos para solucionar unos problemitas que estaba teniendo: me indicaron dónde comprar una batería extra para cargar mi celular y un lugar para comprar un mapa especial para viajar en bicicleta, así no dependía solo del celular. Fueron los mejores consejos que pude haber recibido.

Los mejores anfitriones improvisados.
Estaba muy feliz de haberles encontrado en el camino. Lo mejor de todo es que ellxs estaban pensando hacer un viaje en bicicleta por Europa desde hace mucho tiempo y parece que ahora están aún más entusiasmadxs!!!! 

Volví a Delft para el mercado.
Viendo bien las cosas, casi todos los días de cicloventuras son días perfectos (a su modo)!!



No hay comentarios.:

Publicar un comentario