viernes, 7 de octubre de 2016

✩ El camino hacia Lila

Después de St. Valery mi siguiente gran objetivo era Lila. La primera parada en el camino a Lila fue en un camping en un pueblito llamado La Loge. El camino empezó muy fácil, hice varias paradas, comí papas a la francesa en el camino, parecía tan fácil que me confié y terminó haciendose tarde, por suerte en verano oscurece como a las 10pm entonces hay má luz para pedalear. Ya cerca del camping, como a 8km, el cansancio me jugó una mala pasada y terminé dejandome tentar por un letrero que llevaba a otro camping aparentemente más cerca. Me desvié en busca del camping y pedalee como por 4km buscandolo pero nunca lo encontré, luego me tocó devolverme y retomar mi camino aún más cansada y de mal genio, pese a que estaba cerca, la semi-subida que me esperaba se me hizo eterna. Finalmnte llegué al camping y a descansar.

Camping en La Loge
Al día siguiente iba hacia Bethune, mi día no empezó muy bien. Mi celular, que hasta ese momento era mi único medio de navegación estaba completamente muerto, había planeado cargarlo en el restaurante del camping en la mañana pero para mi sorpresa el restaurante estaba cerrado. Decidí irme con la ilusión de encontrar un lugar para cargarlo en el siguiente pueblo, pero el siguiente pueblo era más un pequeño caserio, al igual que el siguiente y el siguiente. Tenía un mapa, solo que uno muy general del norte de Francia, pero por lo menos me ayudó a localizar la siguiente ciudad en el camino, que sí bien me llevaría por el camino más largo, por lo menos tenía grandes posibilidades de encontrar un lugar para cargar el celular.

El panorama no se veía tan mal hasta que llegué a un punto en el que la verma de la carretera estaba en reparación, estaba completamente sin pavimentar y con unos palos clavados en la mitad para poner mayor dificultad al(a) ciclista viajerx... además de unas buenas subidas, que en varios puntos tuve que caminar pues era imposible tomar impulso con todos esos obstáculos. Era imposible tomar la carretera pues había mucho flujo de camiones.

Finalmene llegué a Fruges, el siguiente pueblo grande, fácilmente encontré un lugar para cargar el celular mientras comía algo. Fue complicado pedir algo vegetariano, estaban muy sorprendidos y confundidos, fue gracioso tratar de entendernos en francés, porque en inglés es imposible en pueblitos pequeños. Terminé comiendo papas a la francesa (realmente a la francesa) con ensalada. El café - restaurante tenía un ambiente familiar, todo el mundo parecía concerse e incluso cuando llegaron unos niños nos saludaron a todos de beso, sí, a mi también!!! 

Una vez cargado el celular seguí mi camino a Bethune. En el camino me encontré a unas ciclistas que me saludaron y preguntaron por mi viaje, ellas iban más lígeras así que siguieron adelante, pero como yo iba de prisa al rato las pasé. Me volvieron a alcanzar en un cruce en el que yo estaba mirando mi mapa para saber por dónde seguir y estaban bastante sorprendidas por lo rápido que iba, incluso me preguntaron si mi bicicleta era eléctrica. Se ofrecieron a guiarme por una parte del camino y me dejaron a 12km de Lila. 

Hubo un momento en el que paré al lado del camino a tomar agua y descansar un poco cuando de repente paró un carro y el conductor vinó directamente hacía mi, me tomó un poco de sorpresa, me preguntó si estaba bien, le dije que sí, que solo estaba un poco cansada porque había tendo un día complicado, luego me preguntó si era de warmshowers y le dije que sí, casualmente resultó ser uno de mis anfitriones de esa noche. Acordamos que nos veríamos en la casa y siguió su camino. Cuando iba entrando a Bethune me di cuenta que tenía una llamada perdida de Brigitte, mi otra anfitriona, le devolvì la llamada y me dijo que estaba en su carro buscandome en la carretera para llevarme en su carro a la casa porque su esposo le había dicho que estaba cansada. Yo no lo podía creer!!! como ya estaba tan cerca y yo no pude explicar bien donde estaba acordamos vernos en la casa.


Camino a Bethune

Desde que llegué fueron MUY amables, me ayudaron con las maletas, me ofrecieron agua, pusieron mi ropa sucia a lavar y después de una ducha cenamos. Fue una gran y deliciosa cena con degustación de quesos incluída. Hablamos de sus viajes, especialmente de su reciente viaje en bici a Inglaterra, una historia que empezo en la segunda guerra mundial cuando su pueblo fue terriblemente bombardeado y un soldado británico se llevó un pedazo de la campana de la iglesia para Inglaterra. Brigitte y Bernard viajaron con otrxs catorce ciclistas al sur de Inglaterra a traer de regreso a su pueblo el pedazo de campana que estaba en manos del bisnieto del soldado.


Camino a Lila
Al otro día salía para Lila y hasta esa noche no tenía donde quedarme, puse un mensaje en el grupo de solicitud de hospedaje de última hora de Lila en Couchsurfing y a la mañana siguiente ya tenía donde quedarme, Simon, también cicloviajero había ofrecido hospedarme. El camino a Lila fue bastante relajado, llegué como a eso de las 6pm y con el celular descargado, así que no podía llamar a Laura, una colombiana vecina de Simon a quien él le había pedido el favor de que me abriera. Por suerte, la amabilidad de los franceses no se hizo esperar y después de verme pasando varias veces por ahí, un señor de una tienda al lado del edificio de Simon salió a ver qué neesitaba, solo que no nos entendimos, una señora que pasaba por ahí al vernos todxs confundidos decidió participar en la conversación y al final me dejó llamar a Laura desde su celular.

Esa noche Simon preparó una deliciosa cena, como buen anfitrión ciclista, y me dio muy buenos tips para mis días en Lila, donde me quedría por varios días, y para Bélgica de donde él es. Simon comparte apartamento con Elise y Nawfal, quienes también cenaron con nosotrxs. Fue una muy buena introducción a Bèlgica, ya había oido que los belgas eran muy amables y él lo siguió confirmando.

Después me iría a quedar con la hija de una chica de warmshowers, también en Lila.

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