miércoles, 12 de octubre de 2016

✩ Brujas y un cambio sorpresivo

El domingo salí del colegio donde se desarrolló el festival a eso de las 12. El camino de Roeselare a Brujas fue muy fácil y rápido, casi que aburrido para mi que estoy acostumbrada a perderme cada cinco minutos. Lo único malo fue que no había caído en cuenta de que era domingo y todo iba a estar cerrado, así que llegué a Brujas casi muerta del hambre -como decimos en Colombia.


De entrada uno se encuentra con una ciudad hermosísima, llena de puentes ("Bruges" significa "puente" en español, no brujas), castillos, molinos, hermosa arquitectura, calles empedradas y ríos, ahí uno entiende por qué es tan turística.


En Brujas no tenía amigxs, warmshowers o couchsurfing, me iba a quedar en un hostel por primera vez en todo el viaje. Fue un gran error. Llegué, me instalé, salí a comer algo y caminar un poco por la ciudad. Todo iba bien hasta ahí, solo que esa noche enfrentaría un gran problema del primer mundo: pagar un hostel para descansar y no poder dormir. Toda la noche hubo ruido, gente empacando la maleta, tirando la puerta del cuarto y del baño, hablando por teléfono, moviendo los lockers que tenían rodachines y hacían un ruido tenaz, y lo peor, gente roncando. Lo màs triste de todo, es que una parte de ese ruido fue causado por unas compatriotas colombianas que no entendían que las 2am no era hora para empacar maleta, ni para hablar con el novio por teléfono. Qué vergüenza...! Lamentablemente ya había pagado dos noches, así que no había nada que hacer. Ya había oído yo que un hostel no es un buen lugar para una ciclista. Después de la noche que pasé, no quedó más que dormir en la mañana cuando, paradójicamente, todo estaba silencioso.


Al medio día, antes de explorar la ciudad fui la lavandería, allí conocí a Klaus, con quien estuve hablando por un largo rato mientras que se lavaba la ropa y quien se ofreció a mostrarme la ciudad cuando terminara de trabajar. Mientras, fui a montar bici y tuve un delicioso pic nic al lado del río. Después me encontré con mi guía. Es mucho mejor recorrer una ciudad con un local, Klaus me explicó muchas cosas sobre la arquitectura, me contó historias y costumbres de Brujas que de otra manera no hubiera conocido, fue muy interesante.





Klaus estaba muy impresionado por mi viaje, pues su idea de viajar es muy diferente a la mía, normalmente incluye buenos hoteles y un gran presupuesto, exactamente lo contrario de mi viaje, para él, acampar es algo más de personas mayores, muy contrario a como es en Colombia donde las personas mayores casi nunca van a acampar. Es interesante comparar las costumbres e ideas de cada persona. Si yo viajara como él, probablemente no podría viajar ni la mitad de lo que viajo.

Como estaba tan trasnochada me fui a dormir temprano, pero esa noche no fue mejor. Cómo extrañaba acampar!! Lo peor es que el días siguiente no podía dormir en la mañana, pues tenía que madrugar y seguir mi camino hacía los Países Bajos, un nuevo país!!! Siiiii!!!


El camino fue super fácil, casi ni necesité ver el GPS o el mapa. Ese día si de verdad no me perdí ni un poquito! Buena parte estuve pedaleando por canales y buenas ciclorutas. Hubo un momento en el que empecé a notar que todo estaba muy bien señalizado, las ciclorutas eran perfectas, habían muchísimas personas en bicicleta, noté una diferencia y me entró un presentimiento, sería que ya estaba en los Países Bajos? Pero no había visto ninguna señalización. Miré el GPS y efectivamente: ya estaba en el país de las bicicletas y se sentía genial estar ahí!!

El letrero que me hizo sospechar.

La impecable señalización para las bicis.



1 comentario:

  1. Buenas experiencia de puentes o de Brujas. Te felicito, que tus experiencias te acompañen por siempre.

    ResponderBorrar